En noviembre de 2014 murió mi padre y un mes más tarde mi madre, lo cual fue demasiado duro. Después, aún con mucha tristeza, tuvimos que arreglar ciertas cosas y una de ellas era la de limpiar su piso. La palabra limpiar suena rara en este contexto, pero así fue. Había que empaquetar los objetos que queríamos guardar, tirar otros muchos y regalar ciertas cosas, una tarea que es muy dura y en la que se te saltan constantemente las lágrimas. Tuvimos que rechazar muchas cosas que hoy en día echamos de menos, pero también es bastante obvio que no podíamos guardar y llevarnos todo.
Mi hermana Anna-Lena encontró un sobre en un cajón, un sobre que contenía cartas escritas por mi padre cuando tenía unos 8 años y también escritas por su madre Elly, nuestra abuela (Su nombre real era Elida pero todo el mundo le llamaba Elly). Anna-Lena se lo guardó y se lo llevó a España.
No creo que hubiésemos sacado estas cartas del cajón si no fuera por una carta que recibió mi hermana Annika a finales del año 2020. Era una carta de una administración de cementerios del norte de la provincia de Scania, informando que el pago de las tumbas de la familia August y Bengta Nyström iban a caducar pronto y como herederas nos preguntaban si queríamos seguir pagando por su cuidado.
Todo eso nos despierta cierto interés, ¿Quién era esa gente y por qué mi padre pagaba el cuidado de esas tumbas y nunca nos dijo nada?
Con la ayuda de mi cuñado Christer y nuestro amigo Johnie, descubrimos algunas cosas y nos sumergimos en aquella historia. Resulta que el pago del cuidado de las tumbas que mi padre pagaba cada 15 años era la tumba de los abuelos de su madre, los bisabuelos de mi padre. Ahora sabemos de quiénes eran aquellas tumbas pero no la razón por la que mi padre pagó durante toda su vida su cuidado. Había que seguir investigando y nos metimos en los archivos nacionales y locales. Encontramos casi todas las pistas en aquellos archivos digitales, tanto dónde vivieron, cuándo nacieron y las fechas de sus muertes. Es un trabajo que consiste en buscar hilos y seguir donde figura una persona, después otra y otra. Es muy trabajoso pero también muy interesante, al final uno se mete en la historia y te trasladan a la época.
Pues resulta que mi abuela paterna Elida Henrietta, nació en 1907 de una madre soltera. En todos los documentos figura su padre como “desconocido”. A su madre Alma (Mi bisabuela), la pudimos localizar en una granja trabajando como sirvienta para un terrateniente y su mujer. Allí llegó muy joven, con 14 años, y allí estuvo trabajando bastantes años pero unos meses antes de nacer la niña se marchó de la granja y fue a la casa de sus padres. Nació mi abuela y allí se quedaron unos años. Durante esos años, Alma se quedó otra vez embarazada y de nuevo figura el padre de la criatura como "desconocido", la niña se llamaba Agnes Albertina. Si seguimos leyendo los documentos, vemos que unos años después Alma se marcha del campo y llega a la ciudad de Malmö con las dos niñas. Supongo que trabajar en el campo no daba comida para tanta gente, pero una vez en la ciudad deja a sus dos hijas en un orfanato de pobres. Tiene que haber sido bastante duro para todos, había mucha hambre y mucha pobreza.
No sabemos tampoco qué pasó, pero unos años más tarde las niñas se fueron a vivir con sus abuelos al campo, August y Bengta (Cuyas tumbas mi padre llevaba años pagando). No sabemos la razón que le llevó a cuidar la tumba ya que nunca nos dijo nada, puede ser por sentimientos hacia su madre, que murió cuando él tenía 14 años.
Nunca lo vamos a saber, pero esta historia nos enseña qué tipo de persona era nuestro padre.